- ARCÁNGEL BARACHIEL de Antonio Pereda, siglo XVII
- ARCÁNGEL SEALTIEL de Antonio Pereda, siglo XVII
- EL BUEN PASTOR CON DOS NIÑOS PASTORES de Gerard Seghers, siglo XVII
- EL SALVADOR de Antonio Pereda, siglo XVII
- CRISTO DE LA HUMILDAD de Alonso Cano, siglo XVII
- LAMENTACIONES SOBRE CRISTO MUERTO de Michiel Coxcie, siglo XVI
- ÁNGELES SOSTENIENDO LOS ATRIBUTOS DE LA PASIÓN de Pompeyo y León Leoni, siglo XVI
- CRISTO CRUCIFICADO de Alfonso Giraldo Bergaz, siglo XVII
- INMACULADA, siglo XVIII
- FLAGELACIÓN DEL SEÑOR de Corrado Giaquinto, siglo XVIII
- CRISTO CAMINO DEL CALVARIO de Corrado Giaquinto, siglo XVIII
- Se encuentran en un lugar de oración. Por favor guarden silencio.
- No olviden cumplir las normas elementales de decoro y respeto en un lugar sagrado.
- Recuerden que la lamparilla roja, que está junto al Sagrario, señala la presencia eucarística de Jesucristo.
- Los grupos turísticos y culturales no podrán recibir explicaciones dentro de esta Capilla.
- No está permitido hacer fotografías y vídeos.
Esta Capilla nos ofrece una elegancia sobrecogedora y un silencioso recogimiento. Juan Ruiz (+1672), Bartolomé Zúmbigo (1620-1682) y Sebastian Herrera Barnuevo (1611-1671) se encargaron de dotar a este espacio de la adecuada solemnidad.
En el primer tramo, emparejados uno frente al otro, dos lienzos de los Arcángeles Barachiel y Sealtiel, obras de juventud de Antonio de Pereda (1611-1678). En la inscripción de Barachiel podemos leer Adivtor, es decir, abogado e intercesor para alcanzar los dones del Espíritu Santo. Sus atributos son las rosas que lleva recogidas en el faldón de su vestido. En Sealtiel podemos leer también Orator, el que invita a la oración y la recomienda ante Dios. Símbolo de oración que se eleva es el incienso que porta.
En el siguiente tramo, también enfrentadas, dos obras maestras. A la izquierda El Salvador, firmado y fechado en 1655 por Antonio de Pereda, ejemplo sublime de la escuela madrileña de mediados del Siglo de Oro. Nos presenta al Salvador en Majestad, en plenitud gloriosa del resucitado.
En lado derecho El Buen Pastor, una obra de Gerard Seghers (1595-1621). La dos niños que le acompañan pudieran ser los santos Justo y Pastor representados como San Isidoro los mostraba en su texto sobre Varones: “mientras eran conducidos al lugar del suplicio mutuamente se estimulaban los dos corderitos”. La obra pertenece a su último período artístico.
El retablo mayor es diseñado por Sebastián Herrera Barnuevo. Elaborado con mármoles de color rojo jaspeado procedentes de Urda (Toledo) y mármol gris de San Pablo. Como curiosidad podemos observar el remate: una tarjeta dorada de hojas carnosas, muy de moda en 1660 y que su maestro, Alonso Cano, gustaba emplear para culminar sus retablos.
Flanqueando encontramos cuatro ángeles pasionarios fundidos en bronce realizados por León Leoni (1509-1590) y Pompeyo Leoni (ca. 1533-1608). Se aprecia el estilo manierista de la segunda mitad del siglo XVI, en especial en la estilización y alargamiento del canon de sus cuerpos.
Cristo crucificado con la advocación del Santísimo Cristo de la Redención, fue encargado en la primera década del siglo XIX a Alfonso Giraldo Bergaz (1744-1812), escultor murciano y discípulo de Felipe de Castro. Giraldo Bergaz alcanzó el cargo de Director General de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando el mismo año que talló el Cristo.
En el brazo derecho del crucero nos encontramos una de las obras más insignes de San Ginés: El Cristo de la Humildad de Alonso Cano (1601-1667). Un Cristo de apariencia joven, bien proporcionado, con carnaciones sonrosadas que aluden a su vitalidad y que contrasta con su mirada sombría y fría. En el fondo destaca un conjunto arquitectónico que bien podría ser el de las Madres Dominicas que fundó el Conde-Duque de Olivares en Loeches y a la derecha podemos entrever el panteón que fuera del Conde-Duque, hoy de los Duques de Alba.
Al otro lado del crucero nos encontramos con la Lamentación sobre Cristo Muerto de Michael Coxcie (ca. 1499-1592). Pintor de origen flamenco, uno de los máximos exponentes del grupo de artistas denominado romanistas de Amberes debido al influjo que recibieron del arte renacentista italiano. Trabajó tanto para Carlos V como para su hijo Felipe II. Coxcie ha sabido retratar a cada uno de los personajes sin repetir la misma expresión de dolor ni ninguna de las posiciones. La palidez de Cristo, descendido de la Cruz, contrasta con las carnaciones del resto de personajes, a excepción de la Dolorosa que ora delante de él.
Los frescos de la cúpula son obra de José Sánchez Villamandos (1769-?) pintor documentado en la segunda mitad del siglo XVIII. Estas representan en cada una de las pechinas a las mujeres fuertes de la Biblia: Agar, Judith, Raquel, y Ruth; en el tambor, personajes masculinos bíblicos: Jacob, José, Isaac y Abraham, con sus respectivos atributos y en el cascarón, la Ascensión de Jesucristo.
A ambos lados del altar mayor, están situados sendos altares con pinturas de Corrado Guiaquinto (1703-1765 o 1766), depositadas por el Museo del Prado, donde son representadas dos escenas de la Pasión: Cristo camino del Calvario y la Flagelación. Forman parte de una serie de ocho escenas que fueron encargadas al artista italiano en 1754 para decorar el Oratorio del Rey, en el Palacio del Buen Retiro.
- As you are in a Place of Prayer, you are requested to remain in silence.
- You are likewise requested to behave with the decorum and respect befitting a Place of Worship.
- Please remember, the Red Sanctuary Lamp next to the Tabernacle indicates the Eucharistic Presence of Jesus Christ in this place.
- Guided tours, be these touristic or artistic, are not allowed.
- Photographs or videos may not be taken inside the Chapel Precinct.
- The Archangel Barachiel by António Pereda, XVII century
- The Archangel Salathiel by António Pereda, XVII century
- The Good Shepherd with Two Shepherd boys by Gerard Geghers, XVII century
- The Saviour by António Pereda, XVII century
- The Christ of HumilIty by Alonso Cano, XVII century
- The Lamentations over the Dead Christ by Michel Coxcie, XVI century
- Angels Holding the Instruments of Christ´s Passion by Pompeyo and Leon Leoni, XVI century
- The Crucified Christ by Alfonso Giraldo Bergoz, XVII century
- Mary Immaculate, XVIII century
- The Scourging at the Pillar by Corrado Giaquinto, XVIII century
- Christ on the Road to Calvary by Corrado Giaquinto, XVII century
The chapel offers the visitor / worshipper both arresting elegance and an atmosphere of silent reflection. Juan Ruíz (+ 1672), Bartolomé Zúmbigo (1620-1682) and Sebastián Herrera (1611-1671) endowed it with befitting solemnity.
The first section holds two facing canvases depicting the Archangels Barachiel and Salathiel by a youthful Antonio de Pereda (1611-1678). Advitor is legible on the inscription surrounding Barachiel i.e. advocate and intercessor who attains the gifts of the Holy Spirit. His attributes are represented by the roses he carries within the folds of his tunic of orphrey. In Salathiel, we read Orator, he who invites prayer and commends it to God. The ascending prayer is symbolised in the incense he bears.
The following section also contains two masterpieces fronting each other across the aisle. To the left, a superb example of the Madrid School dating from the middle of The Golden Age, The Saviour, in Majesty and Fullness of Risen Glory, signed and dated by António de Pereda in 1655.
To the right, The Good Shepherd by Gerard Seghers (1595-1621). The two accompanying boys may well portray Saints Justus and Pastor as evoked by St. Isidore in his work «On Illustrious Men», «The little lambs comforted each other on their way to execution.» This work belongs to the artist´s final period.
The main altarpiece crafted by Sebastián Herrera Barnuevo combines mottled marbles of red from Urda in the province of Toledo with grey from San Pablo. The gilded crest of luxuriant foliage which rounds off the altarpiece is worth noting. Very much in vogue in 1660 it is reminiscent of the work of Barnuevo´s Master, Alonso Cano.
The stylised and somewhat elongated modelling of the Four Angels of the Passion cast in bronze by León Leoni (1509-1590) and Pompeyo Leoni (circa 1533-1608), displays the Mannerist style prevalent in the latter half of the sixteenth century.
The Crucified Christ otherwise know as The Most Holy Redeemer was commissioned from the Murcian sculptor Alfonso Giraldo Bergaz (1744-1812) at the outset of the nineteenth century. Disciple of Felipe de Castro, he created this work the same year he was appointed General Director of the Royal Academy of Fine Arts of San Fernando.
The right side of the transept displays The Christ of Humility by Alonso Cano (1601-1667), one of the most celebrated works in the Church. The seemingly youthful, well-proportioned and healthy complexion of Christ contrast starkly with his otherwise doleful and silent gaze. The set of buildings in the background may well be that of the Convent of Dominican Sisters founded by the Count of Olivares, who also held the title of Duke of San Lúcar, at Loeches. To the right we glimpse their family Pantheon, currently property of the Duke of Alba.
On the opposite side of the transept hangs The Lamentation over the Dead Christ by one of the greatest exponents of the Antwerp Romanists, the Flemish painter Michel Coxcie (circa 1499-1592). These artists absorbed the creative influences of the Italian Renaissance. He was employed by both Charles V and Phillip II. His rendering of individual grief is remarkable insofar as it precludes the reiteration of any expressions of grief or posture. The pallor of Christ, once lowered from the cross, is offset by the lively complexions of the onlookers with the exception of the Sorrowful Mother who prays before Him.
The figures displayed on the dome were painted by José Sánchez Villamandos (1769?) who appears in documents from the latter half of the eighteenth century. Heroic women from the Bible, Agar, Judith, Rachel and Ruth, are portrayed on each of the triangular sections sustaining the dome, while, Jacob, Joseph, Isaac and Abraham with their respective attributes appear in the upper middle section. The Ascension of Jesus Christ adorns the inner surface of the dome.
Astriding the High Altar and currently on loan from the Prado Museum, two scenes from Christ´s Passion by Corrado Giaquinto (1703-1765-6): Christ on the Road to Calvary and The Scourging at the Pillar. They form part of a series of eight which were commissioned from the Italian artist in 1754 as part of the decorative scheme for the King´s Oratory at the Buen Retiro Palace.
Bibliografía:
Real Parroquia de San Ginés
GUÍA DEL PATRIMONIO CULTURAL
Autores: Monseñor José Luis Montes y José María Quesada