PARROQUIA DE SAN GINÉS ORATORIO DEL SANTO NIÑO DEL REMEDIO

HISTORIA DE LA PARROQUIA

En Arles, de la Galia narbonense, Ginés, escribiente de mano más veloz que las palabras, no habiendo querido redactar el Edicto de Valerio para la persecución de la grey cristiana, entregó su alma al Señor lavándola con bautismo de sangre a orillas del Ródano, bajo el pretor Vario. Sepultado junto a San Honorato, obispo, mereció las alabanzas de la Iglesia. A San Ginés de Arles, mártir, honor por los siglos.

Inscripción en letras cubitales existente en la parte alta y todo a lo largo de la nave del templo parroquial. 

El año 1106, reinando en Castilla Alfonso VI, D. Bernardo de Cluny, primer Arzobispo de Toledo y Primado de las Españas, consagró extramuros de la Villa esta Iglesia en honor de San Ginés, mártir de Arles, sobre la ribera del arroyo Arenal.

El año 1156, el Rey Alfonso VII concede a San Ginés un privilegio por el que se le dona la aldea de Salvanés, con sus montes, fuentes, prados y pastos. El Códice de Juan el Diácono, del siglo XIII, cita la Iglesia de San Ginés como una de las que visitaba San Isidro en su recorrido por los templos de la Villa y sus arrabales.

En 1358 el Papa Inocencio VI de Avignon, con motivo de un saqueo y robo sacrílego, remite una Bula a la Parroquia de San Ginés concediendo indulgencias a cuantos colaborasen en el desagravio. Dos años más tarde, D. Juan González, Capellán del Rey Pedro I, lleva a cabo una importante obra de reconstrucción colocando los escudos reales sobre sus muros.

El año 1641 es demolida en su mayor parte la antigua fábrica del templo y este mismo año, el Rey Felipe IV confía a Fray Lorenzo de San Nicolás, arquitecto real, las trazas y la supervisión de la obra del nuevo templo hasta su finalización, confiando igualmente al maestro alarife Juan Ruiz la responsabilidad de su construcción. El 10 de mayo de 1645, el Cardenal Borja y Velasco inauguró solemnemente el nuevo templo. En 1656, Pedro Texeira recoge en su “Topographia de la Villa de Madrid” el conjunto de San Ginés tal y como aparece hoy.

En el siglo XVIII, el templo parroquial sufre una gran transformación en su interior. El prestigioso arquitecto Juan de Villanueva es designado por la Real Academia de San Fernando para ejecutar, conforme al gusto de la época, el clima neoclásico que luce en la actualidad.

La Parroquia de San Ginés custodia una importante colección de obras de arte entre las cuales son dignas de mención la “Purificación del Templo” de El Greco, que constituye una de sus obras más emblemáticas de última época, la “Humildad” de Alonso Cano, que junto con el “Milagro del Pozo de San Isidro”, actualmente en el Museo del Prado, son consideradas, por los expertos, como las obras más significativas del artista en su etapa de Madrid. También encontramos la “Anunciación” de Lucas Jordán, encargo del Rey Carlos II,  y el “Martirio de San Ginés” de Francisco de Ricci. Además encontramos obras de Francisco Camilo, José de Antolínez, Mateo Cerezo, Antonio Palomino, Antonio de Pereda, Francisco Ignacio Ruiz de la Iglesia, Juan de Valdés Leal, Lucas Jordán, García Salmerón, Antonio González Velázquez y Juan de Espinal.

En el plano escultórico son dignos de mención los ángeles de Pompeo Leoni, la Crucifixión de Alonso Giraldo Vergaz, en la que se inspiró Goya para pintar su Crucificado, las esculturas de Nicolás de Fumo, las de Colombo, una escultura de Jesucristo Resucitado de Sánchez Barba, tres esculturas de Juan de Adán, dos imágenes de la Virgen de Valeriano Salvatierra, un busto que representa a San Jerónimo de Vrillabrille y Ron, una escultura orante de Nacherino, dos ángeles querubines de Pedro Hermoso y dos ángeles orantes de José Risueño y una Virgen del Amor Hermoso, obra de Mariano Belver.

El Rey Carlos II, el Viernes Santo del año 1676, hace entrega, para el altar mayor de la Parroquia, de un juego de Cruz y seis candelabros, que han participado en diversas exposiciones de orfebrería monumental. En el siglo XVIII el Rey Carlos III dona a San Ginés la excepcional custodia diseñada por el platero real. En 1826 a instancias del Rey Fernando VII, el organero real Benito Vaquero culmina la construcción del nuevo órgano, recientemente recuperado.

En el Archivo Parroquial de San Ginés destaca la partida de bautismo de la Infanta Catalina, hija de Felipe II, bautizada el 19 de octubre de 1567. Entró en el templo en brazos de su tío, D. Juan de Austria. También se encuentran las partidas de bautismo de Francisco de Quevedo Villegas, Francisco Javier de Goya y Bayeu, hijo de Francisco de Goya y Lucientes, Juan Hidalgo, fundador y padre de la Ópera; y las partidas de matrimonio de Félix Lope de Vega Carpio, la de los pintores Vicente Carducho, Bartolomé González, Francisco Javier de Goya y Bayeu, Juan Hidalgo; o las partidas de defunción de Tomás Luis de Victoria, uno de los músicos más sobresalientes del Renacimiento europeo, y las de los pintores Francisco Herrera, denominado El Viejo, Juan Bautista Martínez del Mazo, pintor de Cámara y yerno de Diego Velázquez, Pantoja de la Cruz, Juan Van der Hamen, Juan de Espinosa y Juan de Hidalgo.

Hacia la mitad del siglo XX, el templo se encuentra en un estado deplorable de conservación. Tras una laboriosa restauración, en el año 1982 la Parroquia de San Ginés fue declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional.

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad